BRAC Humanitarian Play Lab: cuando el juego es terapéutico

  • 18 junio 2019
  • 5 minutos de lectura

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  • Muchos niños pequeños de la comunidad rohinyá de Birmania han e migrado a Bangladesh.
  • El Humanitarian Play Lab de la BRAC aprovecha el poder terapéutico del juego arraigado en la cultura.
  • Se podría ampliar la escala del Humanitarian Play Lab para llevarlo a otros contextos de ayuda humanitaria.
Foto: Cortesía de Kamrul Hasan, Magnifier Creatives

En agosto de 2017, los miembros de la comunidad rohinyá de Birmania empezaron a refugiarse en el país vecino de Bangladesh, huyendo de una situación de malestar e incertidumbre. Ahora la ACNUR calcula que hay 906.572 refugiados en la ciudad bangladesí de Cox’s Bazar, justo en la frontera con Birmania. En torno a un 55% son menores de 18 años, y entre ellos se encuentran niños, acompañados o no, y numerosas jóvenes embarazadas. Muchas de estas personas, que se han visto gravemente marginadas y luego expulsadas de su país natal, han padecido grandes sufrimientos, violencia, traumas y abusos sexuales.

La reacción inmediata ante esta crisis humanitaria de gran envergadura ha sido proporcionar ayuda de emergencia para satisfacer las necesidades físicas básicas: comida y agua, higiene y saneamiento. Pero los niños de esta comunidad también afrontan graves problemas de sufrimiento psicológico, vulnerabilidad y traumas. Es crucial proteger sus derechos fundamentales. En los campos de refugiados se han creado espacios adecuados para los más pequeños, donde estos se sienten a salvo y pueden practicar actividades con elementos lúdicos y terapéuticos.

El poder terapéutico del juego

Dentro de estos espacios, se ha llevado a cabo el Humanitarian Play Lab (HPL) de la BRAC, que colabora con la LEGO Foundation desde 2015 para fomentar el juego como instrumento de aprendizaje en Bangladesh mediante el desarrollo de este modelo. El juego desempeña un papel crucial a la hora de alcanzar los hitos de desarrollo clave durante la primera infancia. El model o del HPL de la BRAC incorpora el aprendizaje lúdico en todos los aspectos del currículo y se ha llevado a cabo en más de 300 espacios de Daca, la capital del país.

“El modelo incorpora el aprendizaje lúdico en todos los aspectos del currículo.”

El modelo del HPL de la BRAC es una adaptación contextualizada del BRAC Play Lab, diseñado para ofrecer a los niños vulnerables de entre 2 y 6 años una plataforma segura en la que aprovechar el poder terapéutico del juego. La ludoterapia es un instrumento curativo que permite abordar problemas psicológicos y conductuales de los niños. El juego es la actividad mediante la cual los más pequeños aprenden, se desarrollan y conocen el mundo que los rodea; tiene un efecto terapéutico porque los ayuda a expresar sus sentimientos; y desempeña un papel decisivo a la hora de estimular su implicación, desarrollo cognitivo y socioemocional, autocontrol y resiliencia.

Todo esto resulta especialmente importante en contextos de fragilidad, donde los niños están expuestos a la violencia y la pobreza. En este tipo de situaciones, el juego los ayuda a gestionar mejor los traumas que les hayan podido provocar las experiencias vividas. Con la adaptación del modelo para las circunstancias particulares de los rohinyás, la BRAC trata de ofrecer a los niños de esta comunidad la posibilidad de curarse jugando, con un sistema más eficaz que los métodos que se solían utilizar hasta ahora en contextos hum anitarios para favorecer el desarrollo de la primera infancia, la protección de los niños y el bienestar psicosocial. El modelo del HPL se ha diseñado para:

  • fomentar la resiliencia de los niños que viven en contextos de fragilidad mediante la estimulación de la primera infancia y el desarrollo del autocontrol
  • cultivar la espontaneidad mediante la práctica de actividades lúdicas pertinentes para la cultura que favorezcan el desarrollo lingüístico, cognitivo, motor y socioemocional
  • fomentar un sentido de comunidad entre la población desplazada, mediante la creación de un entorno en el que las madres y los niños se sientan apoyados, utilizando juegos, rimas y actividades tradicionales.

Además del modelo del HPL, la BRAC también ha probado un programa domiciliario de estimulación temprana destinado a embarazadas y madres con niños de hasta 2 años, en el que se informa a estas mujeres sobre varias cuestiones relativas al cuidado infantil, la salud mental materna, el juego y las relaciones entre padres e hijos.

El HPL integra la cultura en el juego

En los primeros debates y encuestas realizados en los campos de refugiados, se constató que las tradiciones y las normas culturales desempeñaban un papel muy importante en la vida cotidiana de los rohinyás. Estas conversaciones dieron lugar a una sucesión continua de hallazgos culturales. Tras una amplia labor de investigación, se descubrió que la comunidad creía en el colectivismo y que las costumbres, los cuentos y las rimas se transmitían de generación en generación. Se observaron tres aspectos culturales fundamentales que podrían tener un gran poder terapéutico:

“Se descubrió que la comunidad creía en el colectivismo y que las costumbres, los cuentos y las rimas se transmitían de generación en generación.”

  • Las rimas populares (Kabbiya) de los rohinyás cumplen una función esencial en las vidas de los niños. Los miembros de la comunidad consideran que las palabras conectan con el núcleo primordial de los niños, que responden con entusiasmo al ritmo.
  • Los juegos tradicionales y la actividad física lúdica estimulan la espontaneidad y la alegría de los niños. Estos juegos suelen ser muy detallados, y cada uno conlleva una serie de reglas.
  • Las actividades artesanales despiertan la nostalgia del antiguo hogar. Las creaciones artísticas y los motivos florales relacionados con su cultura de origen hacen que los niños desplazados sientan que su casa nunca está lejos.

Como la conservación de la identidad es un aspecto crucial para el bienestar de la comunidad rohinyá, era imprescindible integrar las prácticas culturales y tradicionales en el modelo del HPL mediante la adaptación de la s actividades y los espacios.

El modelo del HPL de la BRAC es un proceso iterativo, y en la a ctualidad se está interviniendo para seguir dándole forma según las necesidades de la comunidad y la sociedad. Se ha creado un equipo principal del proyecto para supervisar todos sus aspectos. Los encargados del contenido curricular se ocupan de detectar e incorporar elementos culturales que aborden los componentes clave, tanto lúdicos como terapéuticos. Por su parte, el grupo de investigación y supervisión se centra en realizar controles y estudios para valorar el impacto del modelo en los niños desplazados de la comunidad rohinyá.

El equipo de investigación ha validado y puesto en marcha herramientas de evaluación para cuantificar el sufrimiento psicológico (CORE 10), así como un indicador de resiliencia infantil y juvenil (CYRM-12). Ya se ha completado la evaluación de los adolescentes con CYRM-12 y pronto se realizarán estudios de evaluación con niños. En cuanto al desarrollo socioemocional, el proyecto utiliza de forma continuada los cuestionarios de edades y fases ASQ-3 y ASQ: SE. También se está utilizando una escala concebida para medir el espíritu lúdico de los niños, así como una herramienta de fidelidad (una lista de comprobación del HPL) para evaluar la calidad de quienes trabajan en contact o directo con la comunidad.

Actualmente el equipo de investigación y supervisión está trabajando para validar y poner en marcha otras herramientas que permitan evaluar el impacto del programa en los beneficiarios: WIPPSI (escala de inteligencia de Wechsler para preescolar y primaria), KAP (conocimiento, actitud y prácticas) y Bayley. Dados los resultados positivos iniciales observados en los niños que participan en el modelo del HPL, así como el creciente interés mostrado por organizaciones donantes de gran envergadura, parece claro que el modelo ofrece la posibilidad de ser contextualizado y ampliado en distintos entornos de ayuda humanitaria.

Erum Mariam Directora ejecutiva, Instituto de Desarrollo Educativo de la BRAC University, Daca, Bangladesh
Syeda Sazia Zaman Responsable del programa, Instituto de Desarrollo Educativo del BRAC, Daca, Bangladesh
Sakila Yesmin Profesora sénior, Instituto de Desarrollo Educativo de la BRAC University, Daca, Bangladesh
Sadaf Huq Especialista en desarrollo de la primera infancia, Instituto de Desarrollo Educativo de la BRAC University, Daca, Bangladesh
Sarwat Sarah Sarwar Gestora adjunta de comunicación, salud mental y apoyo psicosocial, Instituto de Desarrollo Educativo del BRAC, Daca, Bangladesh
Temas Aprendizaje Juego Respuesta humanitaria

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