El desafío de Urban95: captación de ideas para mejorar la vida de los niños y sus cuidadores en la ciudad

Cuando lanzamos el programa, sugerimos que las propuestas incluyeran aspectos del urbanismo como los espacios públicos verdes, la movilidad de las familias y la toma de decisiones basadas en datos, pero el requisito clave era que abordasen el objetivo principal de Urban95: fomentar que se tenga en cuenta cómo se vive la ciudad desde una altura de 95 cm, la estatura media de un niño de 3 años sano. Recibimos 151 ideas de 41 países, y financiamos 26 de ellas con subvenciones por un valor medio de unos 17.000 euros.

Los proyectos presentados procedían de 18 países (Albania, Argentina, Australia, Bangladesh, Bélgica, Brasil, Colombia, Ecuador, Gabón, Grecia, India, Indonesia, Italia, Kenia, México, Países Bajos, Turquía y Vietnam) y abordaban cuestiones como el espacio público, la recopilación de datos, la implicación de la comunidad, los cierres temporales de calles, los accidentes de tráfico, el diseño de juegos, la investigación correlacional, el cuidado infantil informal y la contaminación atmosférica y acústica.

Nuestro principal objetivo con el desafío de Urban95 era estimular la aportación de ideas de una gran variedad de agentes (los proyectos seleccionados procedían de instituciones académicas, municipios, ONG y también numerosos grupos comunitarios que partían de la base), para luego descubrir qué propuestas se podían ampliar o replicar en otros lugares. Aproximadamente la mitad de los proyectos ya han concluido, mientras que otros están bastante avanzados, con lo que ya podemos reflexionar sobre lo aprendido.

Tres ejemplos concretos

En las páginas sobre el desafío de Urban95 del sitio web de la Fundación se pueden consultar las últimas novedades de los 26 proyectos seleccionados, muchos de los cuales se podrían replicar en otros contextos. A título ilustrativo, a continuación presentamos brevemente tres de las propuestas.

En una favela de Santos (ciudad de la costa brasileña situada al sur de São Paulo), el Instituto Elos adaptó su “juego del oasis” para animar a la comunidad a aportar ideas sobre cómo hacer que los espacios públicos fuesen más adecuados para las familias y a colaborar para poner en práctica los planes. La respuesta fue entusiasta: 350 ciudadanos ayudaron a limpiar las calles, pintar murales, crear un espacio para jugar, cultivar una huerta y convertir un contenedor abandonado en una ludoteca.

Este proyecto reveló algo muy interesante: el importante papel que desempeñan los hermanos mayores. Muchas veces los padres no tenían tiempo para participar, por la dificultad de conciliar el trabajo remunerado con el cuidado de los hijos, pero los niños de más edad entendían lo útil que era el proyecto para sus padres y hermanos, así que acudían en representación de su familia.

El gobierno municipal de Tirana (Albania) ha creado un nuevo cargo para evaluar cómo afectan a las familias con niños pequeños las distintas políticas de la administración y para asesorar al alcalde al respecto. Un o de los retos que tiene que abordar cualquier ciudad que quiera adaptarse a las necesidades de las familias es que todos los departamentos (desde la sanidad hasta el transporte público, pasando por la asistencia social, los parques y el ocio) influyen de algún modo en la calidad de vida de los niños pequeños y quienes los cuidan. Así, todo municipio debe encontrar su propia solución administrativa para diseñar las políticas con una visión holística.

“Nuestro principal objetivo era estimular la aportación de ideas de una gran variedad de agentes para luego descubrir qué propuestas se podían ampliar o replicar en otros lugares.”

El modelo de Tirana con un «responsable de desarrollo infantil» está funcionando bien, y el alcalde Erion Veliaj se ha convertido en un defensor del punto de vista de los niños en la ciudad. Desde entonces, hemos financiado otras actividades para elaborar planes y directrices de diseño centrado en los niños de hasta 5 años (que ahora está funcionando en distintos lugares de Tirana), con el objetivo de ubicar los centros comunitarios y de educación infantil en los campus de enseñanza primaria, como parte de una estrategia a largo plazo orientada a mejorar las infraestructuras de las escuelas e integrarlas en los barrios de la ciudad.

STIPO es una organización de placemaking y desarrollo urbano con sede en Rotterdam (Países Bajos) que produce The City At Eye Level, una recopilación de recursos reconocida a escala internacional y disponible en varios idiomas sobre cómo crear o modificar las calles y otros espacios públicos para que respondan a las necesidades humanas. Con nuestro apoyo, STIPO ha elaborad o una nueva publicación llamada La ciudad vista con los ojos de los niños, que aborda este proceso centrándose en el punto de vista de los niños pequeños y sus padres.

En palabras de Vivian Doumpa, formadora experta en placemaking de STIPO:

Gracias al proyecto nos hemos dado cuenta de lo importante que es y las posibilidades que brinda el hecho de crear lugares mejores y más igualitarios para todos mediante la inclusión y la participación activa de los niños pequeños y quienes los cuidan. Creemos que nos ha dado la oportunidad de llevar más allá nuestro trabajo y nuestro impact o.

El Kit de iniciación a Urban95

A partir de lo aprendido con el desafío de Urban95, elaboramos nuestro Kit de iniciación a Urban95, cuyo primer borrador se publicó en 2018. Este documento de 90 páginas recopila 29 ideas prometedoras que nos hemos encontrado hasta ahora durante el programa: nueve de ellas proceden del desafío de Urban95, mientras que otras son sugerencias de nuestra red y nuestras contrapartes. El kit contiene consejos prácticos sobre cómo implantar estas ideas, que se dividen en cuatro categorías: espacios públicos, movilidad, servicios para la primera infancia y gestión basada en datos.

Solicitamos comentarios para tenerlos en cuenta en la redacción de un segundo borrador y recibimos 23 respuestas interesantes de urbanistas, políticos y expertos en diseño provenientes de agencias gubernamentales, organizaciones cívicas, instituciones académicas, fundaciones o empresas de arquitectura. Como muchas de estas ideas son nuevas, los usuarios estaban deseando recibir toda la información posible sobre cuestiones prácticas como los costes y los procesos de ejecución, así como plantillas para instrumentos tales como hojas de cálculo, que luego se pudieran adaptar las circunstancias de cada lugar. La publicación de la versión actualizada está prevista para el verano de 2019.