Solid Start (un comienzo sólido): apoyo a los municipios para mejorar los primeros mil días de vida de los niños

  • 18 junio 2019
  • 8 minutos de lectura

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  • Cada municipio de los Países Bajos tiene la responsabilidad de crear políticas en favor de la primera infancia.
  • Solid Start es fruto de la colaboración entre los municipios, la sociedad civil y el gobierno nacional.
  • Los municipios intercambian lecciones aprendidas y adaptan las mejores prácticas a su contexto local.
Foto: Cortesía del Ministerio de Sanidad, Bienestar y Deporte, Países Bajos

El programa Solid Start (Kansrijke Start, un comienzo sólido), lanzado en 2018, ayuda a los municipios de los Países Bajos a mejorar los servicios destinados a los niños durante sus primeros mil días de vida. Se enmarca e n una serie de reformas más amplias consistentes en transferir al ámbito municipal distintos servicios sociales que antes prestaba el gobierno nacional. En este artículo, Hugo de Jonge explica a Espacio para la Infancia la idea que llevó a la creación del programa y qué resultados ha reportado hasta ahora.

En 2015, el gobierno nacional descentralizó las políticas sociales y las transfirió a los municipios. ¿Cómo ha funcionado esta decisión? ¿Ha habido más desigualdades de las previstas en la prestación de servicio s entre un municipio y otro? ¿Esto se considera más una causa de preocupación o una oportunidad para aprender y difundir las mejores prácticas?

Básicamente, la reforma de los cuidados de larga duración consiste en potenciar la participación social, ayudando a los ciudadanos a ser más independientes en su día a día. Para lograrlo, queremos fomentar una sociedad más humanitaria y abordar el problema de la soledad, de forma que las personas mayores puedan vivir de manera independiente tanto tiempo como sea posible.

Se ha proporcionado a los municipios los instrumentos necesarios para diseñar sus propias soluciones, porque todo depende del contexto. El marco jurídico que otorga amplios poderes políticos a los municipios conlleva obligaciones, pues especifica lo que hay que tener en cuenta a la hora de evaluar cada solicitud de asistencia. Si alguien no está en condiciones de valerse por sí mismo y no tiene una red de personas que puedan hacerse cargo, el municipio tiene que intervenir. La ley indica cómo se debe decidir lo que necesita una persona para vivir de forma independiente y participar en la sociedad, pero no el modo en que se debe proporcionar la ayuda en cada caso. Si bien hay diferencias políticas inherentes entre los distintos municipios, estas no son mayores de lo previsto. Y este es el resultado deseado de la reforma. Recientemente se ha realizado un examen judicial de la política, que ha llevado a adaptar ciertos aspectos.

También había diferencias considerables en las políticas municipales en cuanto al pago de los servicios. Este año el gobierno ha intervenido al respecto, con la introducción de un sistema de tarifa fija para que los clientes no paguen cada servicio por separado. De este modo, se garantiza que tengan acceso a los cuidados y la asistencia que necesitan y que estos sean asequibles. Además, el nuevo sistema tarifario facilita la implantación práctica en gran medida, pues se reduce la burocracia y se agiliza el proceso, de modo que disminuye la probabilidad de errores.

En resumen, estamos ante una transición de enorme envergadura que lleva tiempo, y tenemos que ir descubriendo poco a poco lo que funciona y lo que no. Según la evaluación de las reformas de 2018 realizada por e l Instituto de los Países Bajos para la Investigación Social (SCP), vamos por buen camino pero tenemos que seguir trabajando.

¿De dónde surgió el impulso para la iniciativa Solid Start? ¿Qu é desafíos ha afrontado hasta ahora el proyecto y cómo se han superado? ¿Cuenta con el apoyo del espectro político?

Los primeros mil días en la vida de un niño son cruciales para su desarrollo posterior. Solo hay una oportunidad para empezar con buen pie. Por suerte, en los Países Bajos existe un sistema sanitario de calidad y la mortalidad infantil está bajando, pero el 16,5% de los bebés nacen en condiciones que no son en absoluto favorables, bien debido a un parto prematuro o bien porque pesan demasiado poco o por ambos motivos. Estos problemas afectan a su salud y desarrollo durante su juventud y también  más adelante, durante la edad adulta. Los hijos de mujeres que viven en barrios socialmente desfavorecidos corren un mayor riesgo, debido a las diferencias del estilo de vida, la nutrición y el entorno social. Se han realizado estudios científicos que revelan las consecuencias de estas disparidades y dejan claro lo importante que es abordar las causas de forma conjunta. Para los niños que aún están por nacer, todavía podemos hacer mil cosas que les ayuden a disfrutar de un comienzo sólido y de las mejores oportunidades posibles durante sus primeros mil días de vida.

Por eso es imprescindible la colaboración entre todas las partes implicadas en la ayuda a las embarazadas y los niños pequeños (en los ámbitos médico, público y social). En realidad, varios municipios de los Países Bajos ya llevan un tiempo trabajando para mejorar la prestación de servicios, y han demostrado que se puede hacer. Así que Solid Start no tiene que partir de cero: cuenta con lo aprendido en las partes del país que van por delante.

¿Cómo ha sido la experiencia de la colaboración entre el gobierno nacional, el municipio y las organizaciones de la sociedad civil? ¿Ya se había probado algún modelo de este tipo previamente?

Solid Start se lanzó hace solo unos meses, pero en general podemos decir que, para que tenga éxito, resulta crucial que exista una colaboración eficaz entre el gobierno central, los municipios y las organizaciones de la sociedad civil. Como la iniciativa aborda las preocupaciones comunes de todas las partes, cuenta con un amplio apoyo. En el gobierno central, podemos poner en la agenda el cambio deseado (por ejemplo, mediante campañas y comunicaciones públicas), fomentar dicho cambio ofreciendo incentivos financieros para que los municipios formen coaliciones locales, y facilitarlo compartiendo buenas prácticas y evitando que cada coalición local tenga que inventar la pólvora. Pero al final nuestro objetivo es lograr una importante mejora e n la prestación de servicios locales: ahí es donde necesitamos acuerdos que vayan más allá de las distintas partes. Tiene que estar claro quién se ocupa d e detectar los riesgos, en qué fase tiene lugar dicha detección y quién indica a dónde derivar a la persona afectada. Además, suponiendo que el riesgo se haya detectado a tiempo y el cliente haya sido derivado al profesional correspondiente, es fundamental ofrecer las intervenciones adecuadas en el ámbito local, para apoyar y proteger a las embarazadas y los niños pequeños vulnerables. Solo así los más pequeños disfrutarán del inicio sólido que necesitan.

La implicación de todas esas partes en la implantación del programa Solid Start se basa en sus propias observaciones y experiencia. Si se encuentran impedimentos a escala local, pueden informar al programa central, lo que nos permite tomar medidas a nivel nacional para corregir la situación.

¿Qué problemas existen actualmente en los Países Bajos a la hora de prestar servicios a las familias durante los primeros mil días de vida de los niños? ¿Y qué mejorará gracias a la iniciativa Solid Start?

Algunos de los posibles problemas están directamente relacionados con los factores de riesgo. Por ejemplo, si los futuros padres sufren estrés constante durante el embarazo debido a deudas o a un mal estado de salud general, si tienen un peso por encima o por debajo de lo adecuado, si fuman o beben o si existe una situación de violencia o malos tratos en casa, se sabe que todo eso afectará negativamente al niño y a su desarrollo. Además, l a ausencia de factores de protección como una red de amigos o familiares puede agravar la situación.

En la actualidad, una matrona o asistente a la maternidad, por ejemplo, podría encontrarse una situación como la descrita y no saber qué hacer . Al fin y al cabo, las causas que originan los problemas no son solo médicas . En casos de este tipo, resulta esencial contar con acuerdos locales, y esta es una de las prioridades de Solid Start.

También son susceptibles de mejora los momentos de “paso de testigo”. Por ejemplo, es posible que una embarazada considerada vulnerable reciba un seguimiento eficaz durante la gestación y en el período neonatal pero luego “desaparezca”. Es imprescindible que la persona que detecta el problema, aunque no sea por definición la responsable de solucionarlo, lo derive de forma eficaz a los servicios de atención juvenil y al equipo de asistencia social de su barrio. Por último, también es muy importante transferir los da tos pertinentes para que otros profesionales supervisen el desarrollo del niño y proporcionen ayuda adicional con prontitud cuando sea necesario.

¿Qué ha ocurrido desde que se lanzó la iniciativa? ¿Algo les ha sido sorprendido? ¿Qué aspiran a conseguir en el futuro? ¿Cuáles son los principales desafíos y oportunidades que se prevén?

Desde que se lanzó el programa Solid Start, hemos colaborado estrechamente con todas las partes implicadas y hemos preparado de forma conjunta un contexto detallado para la implantación. Nos centramos principalmente en averiguar qué pasos tenemos que dar para alcanzar nuestro objetivo común. Ya hemos avanzado algo en lo que respecta al periodo previo al embarazo, al embarazo en sí y a las semanas y meses posteriores al parto. También hemos puesto en marcha un sistema de seguimiento para saber si cumplimos los objetivos fijados y, si fuese necesario, realizar los ajuste s oportunos en el momento correcto. Aprovechamos las competencias de los municipios que cuentan con la experiencia necesaria y, al mismo tiempo, garantizamos que los que carecen de ella también se beneficien de lo aprendido por ot ros, para evitar que dupliquen esfuerzos. Además, contamos con una panorámica de todas las intervenciones disponibles y eficaces.

Las ciudades donde el problema es más acuciante se han denomina do “GIDS” (Gezond in de Stad, literalmente “sanos en la ciudad”), una serie de municipios que pueden solicitar recursos económicos para crear una coalición local. Hay fondos disponibles para 80 de estos GIDS en 2019, y una plena ejecución. También habrá un programa de asistencia para todos los participantes (incluidos los que no se han catalogado como GIDS).

¿Resulta sencillo transferir las buenas prácticas de un municipio a otro? ¿Y en qué medida se complica dicha transferencia cuando se superan las fronteras nacionales?

No cabe duda de que los municipios pueden compartir entre ellos las lecciones aprendidas. Del mismo modo, las medidas que han tenido éxito en una región se pueden aplicar en otras, siempre que se describan con claridad el grupo objetivo y la estrategia de implantación. Ya lo estamos haciendo en todo el país, pero nunca habrá un plan infalible para difundir las “prácticas recomendadas”. Es crucial que las coaliciones locales aborden los problemas específicos de su zona. Para ello, se necesita un enfoque personalizado que tenga en cuenta cuál es el alcance del problema local (analizado con datos estadísticos y otra información), en qué medida colaboran las distintas partes implicadas y cómo es la cultura local específica en cada caso. Por ejemplo, los problemas en la provincia septentrional de Groninga, con sus comunidades rurales, habitantes de mentalidad independiente y una población cada vez menos numerosa y más envejecida, son completamente diferentes de los de una ciudad como Rotterdam, donde hay barrios con una alta concentración de pobreza y varias minorías étnicas que necesitan estrategias específicas. Así que es importante que, desde el gobierno central, permitamos a los entes locales ofrecer soluciones adaptadas a las circunstancias de cada lugar.

Este mismo enfoque podría funcionar a escala internacional. En la práctica, todo se reduce a una colaboración estrecha dentro de la red que rodea a la embarazada vulnerable y su hijo. El modo en que se lleve a cabo la ayuda dependerá de cómo sean la cultura y las dificultades específicas del lugar.

Hugo de Jonge Vicepresidente del gobierno y ministro de Sanidad, Bienestar y Deporte de los Países Bajos
Temas Políticas Salud Servicios integrales

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